El miércoles fue un día completo. Por la mañana hubo un taller de Mandalas (unos dibujos concentricos venidos de la parte oriental del mundo que se pintan produciendo una inmensa relajación) acompañado de música.
Mientras estabamos trabajando, tuvimos una grata sorpresa: los niños del tercer curso de la guardería pasaron a hacernos una visita con un regalo para cada residente del Centro. Nuestros mayores se emocionaron al ver el detalle y les correspondieron con una bolsa de gusanitos a los pequeños. La verdad es que la imagen del intercambio generacional emocionó a todos los que contemplabamos la escena. Para terminar, nos obsequiaron también con una canción que cantaron acompañados por sus profesoras y nuestra Trabajadora Social (que está muy puesta en estos temas). Fue una experiencia estupenda. Gracias a los responsables de la guardería por hacer posible este encuentro.
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| Hemos tapado la cara de los pequeños por la protección de identidad. |
Para comer, celebramos el tradicional rancho que se hace todos los años para estas fechas. Este año, en lugar de desplazarnos al Santuario, como es tradición, comimos en el Parque José Antonio Labordeta, junto a la Residencia, para que el traslado de los residentes y familiares fuese lo menos dificultoso posible. El rancho estaba muuuuuuuuuuuyyyyyyyyyyyyyyyyy requetebueno (vimos a alguno que se chupaba los dedos incluso), así que nuestra felicitación a las cocineras. A continuación os ponemos otro video con las mejores imagenes, cedidas por José Luis (jefe de cocina).
¿Donde estan los míos? ....se que estuvieron porque se apuntan a un bombardeo, así que a esto no podían faltar... y me dijeron que estaba muy bueno. ¡Que envidia! (Igual ya se hace pero no lo se) ¿Porque no alguna cosa de estas con hijos? PAGANDO lo nuestro, por supuesto.. Saludos
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